El servicio de envío a domicilio “delivery” y la comida para llevar, el “take-away” ya eran tendencias en expansión en el sector hostelero durante los años previos a la pandemia pero, tras ella, se ha consolidado como un canal de venta casi obligatorio para muchos locales.

Sin embargo, muchos establecimientos siguen sin considerar la entrega a domicilio como un canal de venta rentable para su modelo de negocio. ¿El motivo? Los altos costes y comisiones de los servicios de delivery, los ajustes en modelos fiscales y la inversión en packaging. Para que el proceso sea menos complicado es necesario conocer algunas claves y trucos fundamentales del delivery para pymes.

¿Externalizar o mantener in-house?

Lo primero que un hostelero va a tener que decidir a la hora de implantar su servicio a domicilio es la logística. En la actualidad hay dos modelos: La gestión directa y los agregadores con reparto o sin reparto.

En la gestión directa el hostelero gestiona todo el proceso. Desde la web en la que se publica la carta hasta el reparto de la comida. Su principal ventaja es el control total del proceso; sin embargo, los costes de esta logística son más elevados por lo que es fundamental que haya un buen volumen de ventas que lo sostenga. También hay que tener en cuenta los trámites con Hacienda, con los que te podemos ayudar desde Hostelería Madrid, haciendo click en este enlace.

Los modelos de agregadores son los más utilizados ya que externalizan el proceso. Usualmente la carta se sube en una plataforma online en la que se gestionan los pedidos y pagos. El pedido llega al restaurante a través de una app y luego se reparte, bien a través de repartidores de la empresa externa, o bien a través de repartidores propios, según decida el negocio.

Carta para delivery

Es importante hacer una buena revisión del menú y crear una versión especial para delivery, ya que no todos los platos se ajustan bien a la entrega a domicilio. También es importante incluir el packaging en el escandallo de cada receta antes de poner el plato en el menú. De esta manera, el hostelero sabrá si esa preparación será rentable para el servicio a domicilio.

A la larga, el delivery bien hecho sigue siendo rentable ya que, entre otras cosas, el ticket medio suele ser un 30% más elevado que el promedio de restauración.

Branding

Para los típicos bares y restaurantes de barrio el delivery es, además, una oportunidad de darse a conocer fuera de su entorno tradicional. Si un cliente disfruta un pedido de un local que no conocía, es probable que vaya a visitarlo cuando mejoren las condiciones.

Para logar esta fidelización de nuevos clientes será necesario poner empeño en los detalles de la marca tanto en el entorno digital (redes sociales y web) como en el packaging de entrega, el cual debe incluir, como mínimo, la dirección teléfono y logo del restaurante.