Inclusión en hostelería: un compromiso real en el Día Internacional de las personas con discapacidad

La hostelería madrileña ha demostrado que la inclusión de personas con discapacidad no solo es un gesto social, sino una estrategia que mejora la calidad del servicio y enriquece los equipos de trabajo. Más allá de ser un derecho, la accesibilidad y la igualdad de oportunidades son esenciales para ofrecer experiencias completas a todos los clientes y generar entornos laborales diversos y motivadores.

Casos de éxito en formación e inclusión

El año pasado os compartimos historias inspiradoras de inclusión social en hostelería, mostrando cómo distintos proyectos habían integrado con éxito a personas con discapacidad en sus equipos. Además de todos estos casos, en las últimas semanas ha destacado especialmente el caso de Vrúlé, una escuela pionera dedicada a formar a personas con discapacidad para trabajar en hostelería.

Vrúlé ofrece cursos de cocina, sala y coctelería con certificados oficiales y grados, y se distingue por su comunicación directa, cercana y con sentido del humor, huyendo de paternalismos y apostando por un toque desenfadado que conecta con los estudiantes.

Este ejemplo demuestra que la formación especializada es clave para la integración laboral y sirve como modelo para otros proyectos del sector hostelero que buscan la inclusión real y efectiva.

Contratación de personas con discapacidad

La contratación de personas con discapacidad requiere planificación y compromiso. Los negocios deben evaluar habilidades y competencias individuales, adaptar los puestos de trabajo y ofrecer formación específica que permita desempeñar sus funciones con autonomía y confianza.

Incorporar talento diverso aporta múltiples beneficios: equipos más cohesionados, atención al cliente más empática y un valor añadido para la reputación del negocio. Además, un entorno inclusivo favorece el desarrollo profesional de todos los empleados, generando un clima laboral positivo y motivador.

Adaptación de locales y accesibilidad

La inclusión también implica que los locales sean accesibles para empleados y clientes. Según el Código Técnico de la Edificación (CTE), los establecimientos deben garantizar que los edificios y sus entornos sean utilizables, comprensibles y seguros para todas las personas.

Entre las medidas más importantes se incluyen:

• Itinerarios accesibles desde la vía pública, con pendientes máximas de 6% (8% en tramos cortos).
• Puertas de acceso con anchura mínima de 80 cm y altura de 2,03 m.
• Barras y mostradores con altura máxima de 85 cm y espacio frontal libre de 70 cm.
• Aseos adaptados con espacio de giro suficiente y barras de apoyo.

Si quieres saber más sobre cómo hacer tu local de hostelería más accesible e inclusivo para las personas con discapacidad, pincha aquí. Además, la accesibilidad influye en la certificación de calidad “Q”, que evalúa las condiciones de los establecimientos para ofrecer servicios adaptados a todos los clientes.

La inclusión, muy presente en la hostelería

En España hay más de 3,85 millones de personas con discapacidad, más del 8% de la población según el INE. Esto convierte la inclusión en un elemento estratégico para el sector hostelero. Contratar, formar y adaptar los negocios permite llegar a un público más amplio, generar experiencias memorables y reforzar la reputación de la empresa.

En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la hostelería reafirma su compromiso con la igualdad de oportunidades, la formación especializada y la accesibilidad universal, convencida de que un sector inclusivo es más humano, fuerte y competitivo.

Te compartimos más información sobre cómo adaptar tu local y facilitar el acceso y la comodidad de las personas con movilidad reducida.