Lo primero que tenemos que tener claro es que existe una gran variedad de tipos de atún en nuestros mares y océanos. Cada uno de ellos con sus características y peculiaridades. Por ello, es importante saber distinguirlos.

Sin duda, el rey del mar es el Atún Rojo (Thunnus thynnus). En inglés lo conocemos como Bluefin Tuna. Lo reconocerás, fácilmente, por el color rojo oscuro de su carne. Además, es una de las especies más apreciadas en el mundo, especialmente por su sabor.

De hecho, el atún rojo es protagonista en la gastronomía propia de una multitud de países diferentes. Está presente tanto en la denominada dieta mediterránea (¿te suena la Mojama de Barbate?) como en la gastronomía tradicional japonesa (el sushi). Puede llegar a pesar hasta ¡900 kilos!

El segundo tipo de atún más conocido es aquel al que llamamos Atún de Aleta Amarilla  (Thunnus albacares). Como su nombre indica, lo distinguimos del atún rojo gracias a su característico color amarillo en las aletas.

Por otro lado, este tipo de atún puede llegar a pesar hasta 200 kilos (más pequeño que el atún rojo). El atún de aleta amarilla es el más utilizado a la hora de comercializar atún enlatado o en conserva.

Recuerda: no es lo mismo atún que bonito

¿Alguna vez has oído hablar del Atún Blanco (Thunnus alalunga)? Quizás, creas que nunca has oído hablar de él. Pero, te sonará mucho más si te digo que, también, se le conoce como: Bonito del Norte. Aunque, ya sabes que el atún no es lo mismo que el bonito.

Ambos son pescados azules pero, son muchas las diferencias entre bonitos y atunes. De hecho, el bonito es un pescado mucho más pequeño que el atún, y bastante menos graso.

Por otro lado, cuando tu paladar pruebe uno y otro, no te cabrá duda de quién es quién. Ya que su sabor,  es muy distinto.

Bien. Ahora que ya conocemos los tipos de atún existentes, y sus diferencias, ¡Solo toca probarlas todas y elegir tu favorita!

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