Tú, empresario de hostelería que das de comer a muchos y variopintos ciudadanos, ¿Estás preparado para los clientes que vienen?

Cada vez más los jóvenes buscan un estilo de vida saludable donde la buena alimentación y el deporte se convierten en su forma de vida. A estos valores se añade la cultura de dejar una baja huella ecológica y la defensa animal, lo que ha llevado a muchos a cambiar su estilo de vida y de alimentación.

Estos cambios sociales han fomentado el incremento del vegetarianismo, una opción de vida muy extendida ya por todas las latitudes del planeta. Llegada del Reino Unido en el 1847, el vegetarianismo se ha hecho su hueco en todos los países y culturas. La India es el país con mayor población vegetariana, un 40 %. Por sexos, la mayoría de los vegetarianos son mujeres, un 68 % frente a un 32 % de hombres. En Reino Unido, uno de los países occidentales con mayor número de vegetarianos, se estima que el 7 % de la población (cuatro millones de personas) son vegetarianas. Sería superado por Alemania, donde en 2003, según datos del Eurostat, entre un 8 % y un 9 % de la población era vegetariana. En ESPAÑA, lo era un 0,5% de la población, unas 200.000 personas. Según un informe de la Fundación Foodways, en Estados Unidos el número de personas vegetarianas pasó de 6 a 12,5 millones, en solo siete años (entre 1985 y 1992).

Los vegetarianos se caracterizan por dejar de consumir cualquier tipo de carne y productos de origen animal. Pero hay diferentes grados: están los vegetarianos convencionales que generalmente comen vegetales, huevos, lácteos y miel; Los lactovegetarianos, que consumen vegetales y productos lácteos; Los ovovegetarianos, que consumen vegetales y huevos. Los más extremos son los veganos, que solamente consumen vegetales y ningún producto de origen animal (ni huevos, ni lácteos, ni miel).

Como antesala al vegetarianismo ha surgido una nueva tendencia que lleva varios años instalada entre nuestros usos y costumbres pero que todavía no es muy conocida, aunque muchos jóvenes os sentiréis identificados con esta nueva forma de comer conocida como Flexitarianismo. Los flexitarianos comen carne y pescado pero en cantidades reducidas y de forma ocasional y excepcional. Con una dieta eminentemente vegetariana, el flexitariano come ocasionalmente carne y pescado pero el protagonismo de estos ingredientes en sus platos es absolutamente accesorio, en favor de los vegetales. Un plato flexitariano sería un wok de pollo, por ejemplo, frente a un plato convencional de pollo acompañado de guarnición de verduras. Los flexitarianos no eliminan la ingesta de carne pero reducen su protagonismo en el plato en favor de los vegetales y la consumen solamente en ocasiones excepcionales.

Si quieres empezar a ofrecer platos flexitarianos en tu carta, te dejamos algunas ideas y consejos sobre las recetas más comunes de esta nueva tendencia alimentaria:

• Recetas flexitarianas del Blog Delokos.